sábado, 24 de noviembre de 2007

La Reina sin nombre

"En plena Edad Media, cuando la península Ibérica se debate entre las invasiones de clanes procedentes del mundo germánico y los restos de la sociedad hispanorromana, una niña huérfana es acogida por los albiones una tribu celta que en el siglo VI habitaba en los montes del noroeste, en una zona comprendida entre las actuales comunidades de Asturia y Galicia. Conocida por su pueblo como Jana, la chiquilla aprenderá las artes curativas de la mano del druida Enol y participará de forma activa en los conflictos territoriales del momento. Su ímpetu la situará en el trono de Albión junto al rey Aster, su gran y único amor. No obstante, pronto se descubrirá que tiene ascendencia real y será reclamada y raptada por su verdadero pueblo: los godos"

En esta novela la autora nos deleita con una manera pobre en todo su conjunto. La historia pierde ritmo a cada página que se pasa y por ende, se pierde su interés, llegando a hastiar a medio camino del final. Destacar sobremanera la "habilidad" de la autora para, en un mismo párrafo, repetir hasta la saciedad un nombre, una acción y/o un nexo. La acción que en unos momentos se vuelve rápida en otros momentos, irrelevantes para la trama, se vuelve tan meticulosa que hace perder los pocos recursos literarios que posee su creadora. A estos motivos hemos de añadir la incoherente manera de intentar ligar ficción y realidad, haciendo que la protagonista sea conducida por mil y una aventuras, como si diera bandazos sin ton ni son, intentando dotar de un halo de ficción mítica una realidad que no lo es.
Finalmente un batiburrillo de libro donde en parte veo un personaje al estilo "Frodo" y componentes religiosos al puro y pésimo estilo Dan Bronw.
Por otro lado dar una muestra de reconocimiento al epílogo dónde se explica qué de ficción y qué de realidad tiene el libro y aclarar que en las páginas de este se reconoce el objetivo que la autora recoge en las sigueintes palabras "En el fondo es sobre esta gente ´(cántabros y astúres) de espíritu libre, nunca sometidos del todo por los diversos pueblos que han invadido la península, sobre lo que trata la novela.
Un libro para no regalar en las fechas venideras. Pues los saltos de estilo o acaso el estilo arrítmico de María Gudín, hacen que los lectores puedan caer en el hastío.

No hay comentarios: