jueves, 30 de julio de 2009

El barbero y otros corazones solitarios


En la villa de Amour-sur-belle hay un cartel que anuncia que la aldea se compone de 33 habitantes, a pesar de que uno de ellos desapareció tras el último minitornado, pero a pesar de los dires y diretes se mantuvo el número en el cartel. El Castillo a medio caer es la casa de mohos púrpuras y una damisela que corta a la altura de sus rodillas todo vestido antiguo que toma de las arcas, mientras siembra en el antiguo huerto y vende mermeladas. El dentista se siente solo y desea una esposa pero disparata contra su amor. El barbero ve como a todos se les cae el pelo y él debe de cambiar de profesión y se decanta por el amor en una villa dónde el amor tan sólo parece estar presente en su nombre, pues las rencillass entre vecinos data de mucho tiempo atrás. El Gobierno decide poner una ducha comunitaria, pero una mujer mayor con su séquito de palomas renqueantes gasta el agua caliente a altas horas. Y de todo ello son mudo público las vacas color lemosina que campastes pastan en el prado.
Una original y divertida novela que no aburrirá al lector y que lo hará reir aún en un tren de largo trayecto ante las curiosas miradas de sus compañeros de asiento.

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